La reproducción del arte
En esta entrada, se mostrará el proceso por el cual se ha contextualizado y referenciado la conclusión de la actividad anterior en torno a la semilla, en torno a la siguiente pregunta bisagra:
¿Un objeto se define por sí mismo o se materializa (o no) en función del prisma con el que se observe?
Ideas anotadas a lo largo del proceso
Aquí muestro una captura de las notas tomadas para la actividad. Opté por un método digital que me permitiera tener sincronizados todos mis dispositivos para poder anotar referencias en cualquier momento y lugar.
Constelación
Para la propuesta de desarrollar una constelación como método de relación de diversos elementos, he optado por ilustrar un mapa de las paradas de tren que convergen que en la estación nombrada con la cuestión a la que doy contexto.
Texto explicativo
A continuación comparto el texto en torno a la constelación.
1. Introducción
En este texto se contextualizará cultural, social, histórica y lingüísticamente la cuestión bisagra que se tomó con conclusión en la actividad anterior:
¿Un objeto se define por sí mismo o se materializa (o no) en función del prisma con el que se observe?
Para ello, se ha desarrollado un mapa de metro en referencia a la propuesta de realizar una constelación para conectar los referentes consultados en torno a esta cuestión.
2. Desarrollo
Los avances tecnológicos de la producción en serie han marcado un punto de inflexión en el arte y la singularidad de una obra y su autor, lo que nos permite una nueva lectura y transformación de éstas (Benjamin, 2006). El arte que se reproduce de forma mecánica acaba con esa imagen sagrada del arte. Pensemos, por ejemplo, en la obra de Duchamp L.H.O.O.Q. (la Mona Lisa de Duchamp, 1919), las imágenes reconvertidas de Edo de Van Gogh (Taschen, 2019), y el incidente del Ecce Homo de Borja (1930).
Sin duda, la cámara ha diversificado el significado de la pintura. La reproducción en serie acaba con el nicho cultural que se asocia a la cultura hegemónica, acercando el arte a la sociedad. Como consecuencia, las imágenes han adquirido una dimensión de nuevo lenguaje. La imagen acerca el contexto histórico oculto a las clases aisladas, convirtiéndolo en un lenguaje político. Los cuadros evocan un momento histórico convirtiéndolo en contemporáneo ante nuestros ojos. Como dijo Cézanne: “¡Pasa un minuto de la vida del mundo! (Berger, 2016). Como consecuencias de este movimiento, podemos pensar en las noticias fake y la capitalización de la imagen de Frida Kahlo.
Recordemos la filosofía de Magritte sobre el lenguaje, considerando las palabras un engaño en la medida que representan algo. Para este artista la representación se encuentra separada de la realidad. En palabras del bruselense: “mi propósito al pintar es hacer visible el pensamiento.”
Estas nuevas formas de explorar la visión y la reproducción de las imágenes influenciaron en la aparición de las corrientes artísticas del impresionismo, posimpresionismo, vanguardias y surrealismo (Gombrich, 1997). Recordemos cómo la ceguera de Monet dio paso a nuevas obras tras un estancamiento en su inspiración.
La abstracción y el arte mecánico han facilitado la percepción de las obras de arte como símbolos, enriqueciendo el abanico de diferentes significados que llegan al observador. Pensemos en obras como el Guernica (Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 2020) que representa un símbolo universal de la cultura de la paz. En contraposición, Galtung (1969) nos habla de violencia cultural, en este caso, en forma de símbolos que adquieren un significado y un contexto dentro del imaginario colectivo que pueden ser usados para controlar masas y mandarles un mensaje.
Retomando la influencia del lenguaje, el sociólogo Howard Becker (Becker, 2008), nos presenta cómo el nombre de un autor influye de gran manera en la recepción del público, nos pone de ejemplo una cita autobiográfica del escritor victoriano Trollope que narra cómo publicó ciertas obras bajo un pseudónimo, ocurriendo que se no fuesen tan famosas como las escritas bajo su verdadero nombre. También podemos mencionar la filosofía del alemán Gadamer. Este filósofo propone que un texto comprende una “fusión de horizontes” donde el estudioso encuentra la vía que la historia del texto articula en relación con nuestro propio trasfondo cultural e histórico (Gadamer, 1977).
3. Conclusiones
La reproducción del arte ha sido un elemento fundamental para cuestionarnos la manera en la que observamos el entorno que nos rodea. Además, ha cuestionado la figura del genio creador y el aura mágica de las obras de arte. En torno a esta reproductividad, nace un discurso en torno a cómo afecta el lenguaje en relación con el arte y, además, ha favorecido el simbolismo de las obras. Gracias a este fenómeno, podemos afirmar que el arte se ha transformado en la manera que se muestra al observador, siendo éste un actor activo y no un mero espectador. Los observadores son capaces de transformar el simbolismo de una obra y otorgar nuevos significados, esto es el espectro de una obra de arte.
Bibliografía
Becker, H. (2008). Mundos del arte y actividad colectiva. En H. Becker, Los mundos del arte (págs. 17-59). Bernal: Universidad Nacional de Quilmes.
Benjamin, W. (2006). La obra de arte en la época de su reproductividad mecánica. Madrid: Abada.
Berger, J. (2016). Modos de ver. Barcelona: Gustavo Gili.
Gadamer, H. (1977). Verdad y método. Madrid: Sigueme.
Galtung, J. (1969). Violencia, paz e investigación para la paz. En Sobre la Paz. Fontamara.
Gombrich, E. H. (1997). La historia del arte. Phaidon.
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. (9 de 11 de 2020). Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Obtenido de Repensar Guernica: https://guernica.museoreinasofia.es
Taschen. (2019). Hiroshige. Cologne: Taschen.