He decidido finalmente que mi proyecto será una historia ilustrada. El título aún está por trabajar: “Historia ß” es su posición en la cataloguización de las historias que tengo escritas. Primero he diseñado el proyecto y luego he reflexionado sobre qué referentes he tenido a la hora de realizar el proceso. Después de organizar mis ideas para la realización de la constelación, he llegado a la conclusión de que mis referentes se pueden dividir en dos grupos (técnicos y de contenido) que, a su vez, se pueden dividir en otros dos cada uno (internos y externos).
El primer grupo (azul en la constelación) es el de referentes técnicos, o el contexto artístico. He tenido en cuenta principalmente la forma externa, que es la de un libro. Lógicamente, no soy la primera persona a la que se le ocurre escribir una historia ilustrada, sino que he tomado la idea de otras personas antes a lo largo de la historia. He mencionado especialmente a Tolkien, ya que en El señor de los anillos ha realizado diversos mapas sobre el universo en el que ocurren los hechos; del mismo modo que he destacado a Carroll, ya que en Alicia en el país de las maravillas, él mismo ilustra bastantes de las escenas.
Aparte de esos dos referentes he añadido también la colección ilustrada de aventuras de Salvat, con la que he tenido la suerte de encontrarme. A lo largo de la estructura de los diferentes libros que la conforman, se van incrustando grabados de la época, muchos de ellos basados en los propios libros; y por último, el reto de internet de Inktober, que trata de hacer un dibujo con tinta cada día del mes de octubre, y su variante Writober, que es hacer un pequeño relato cada día escrito a mano, también durante el mes de octubre.
De este último he añadido un referente de mis propios proyectos, que es mi versión de Inktober, una mezcla de los dos. En 2019 y este 2020 cada día de octubre he tratado de hacer un dibujo y un texto que lo acompaña (o al revés: un texto y un dibujo que lo acompaña). Y la libreta en la que lo he realizado es la semilla del proyecto.
En la parte inferior de la constelación (grupo rojo) he incluido los referentes de contenido (o de contexto histórico-social), que son básicamente ideas de lo que escucho en la calle, lo que leo en las noticias o que voy pensando a raíz de mi interacción social. Mis proyectos salen normalmente de este tipo de frases o de sueños: y precisamente un sueño que tuve en noviembre de 2016 es el referente interno principal de la historia. La trama, por decirlo así.
A cada una de las ideas de los referentes externos trato de darle una de las tantas posibles respuestas, dentro de un contexto que las cuestiona. Por supuesto, esta respuesta no es mi propia respuesta ni mi propuesta: es la respuesta que darían una serie de sujetos en una serie de circunstancias, y que es tan válida como inválida.
El contexto histórico-social dentro de la historia tiene una cierta similitud con el nuestro actual. Lo que comparten principalmente es que la sociedad ha pasado con el tiempo a ser mayoritariamente atea (sin ánimo de emitir ningún tipo de juicio de valor sobre el tema), y en el caso de dentro de la historia, los dioses existen “a ciencia cierta” (hay un total de 24 conviviendo con los humanos). Trato de tocar más temas aparte de este, como la “intención” humana de que todo ser superior al humano sea benevolente con él. ¿Si no es benevolente deja de ser superior acaso? O, en caso de haber un ser superior malvado, ¿es acaso necesario que haya uno que contraste con él? Trato también el tema del concepto de la realidad y de su consistencia como algo invariable y por último un tema ético: ¿Todos somos iguales? ¿O quizá queremos decir que, ante el desconocimiento, todos merecemos ser respetados? ¿O quizá esa frase es una manera de tratar de igualarse ante lo considerado superior? Son tres posiciones realmente diferentes.
El hecho de que la semilla fuese una libreta en concreto me ha llevado a otra similar que me regalaron hace dos años, y ya que me veo en la posibilidad de hacer un proyecto con respecto a esa libreta, he decidido usar el formato de esa libreta para iniciar una historia que tengo pendiente desde hace cuatro años casi exactos. La he enriquecido con otros pensamientos, con un mayor detalle del universo en el que se desarrolla y con unos personajes ya casi consolidados en otros pequeños proyectos que he llevado a cabo previamente.
En cuanto a la forma de la constelación, he optado por hacer un esquema tras escribir cinco folios de contexto general de la historia y revisar mis estanterías. He separado los referentes en grupos dependiendo de diversos factores, y esta me ha parecido la disposición más correcta para entenderme a mí mismo y para que un lector entienda de dónde sale esta idea y este proyecto.